Las bacterias son los organismos más pequeños que tienen la maquinaria requerida
para el crecimiento y la replicación. Están compuestas, como las células
eucariotas, por proteínas, polisacáridos, lípidos, ácidos nucleicos, entre
otros. Estas macro-moléculas pueden formar parte de estructuras celulares más
complejas, como la pared celular y la membrana plasmática.
El crecimiento bacteriano se define como el aumento ordenado de todos los
constituyentes químicos de la célula. Es un proceso complejo que supone la
replicación de todas las estructuras y componentes celulares a partir de
nutrientes exógenos.
El conocimiento de la fisiología y del metabolismo bacteriano tiene algunas aplicaciones prácticas.
En principio permite conocer el modo de vida y el hábitat de diferentes especies bacterianas. El ser humano
actuando como huésped, ofrece una variedad de nichos ecológicos que se
diferencian entre sí por aspectos físicos y químicos (temperatura, concentración
de oxígeno, pH, presión osmótica, etc.), en los cuales pueden crecer y
multiplicarse distintas especies bacterianas según sus requerimientos
nutricionales, ambientales y atmosféricos. Además, permite formular medios de
cultivo para el aislamiento e identificación de los patógenos participantes.
Desde un enfoque terapéutico, nos permite conocer y entender el modo de acción
de algunos antibióticos que bloquean una vía metabólica o la síntesis de alguna
macromolécula esencial para la bacteria.
El término metabolismo se refiere al conjunto de reacciones químicas que se producen en la célula y tiene tres
funciones específicas.
· La primera es obtener energía química del entorno y
almacenarla, para luego usarla en diferentes funciones celulares.
· La segunda es convertir los nutrientes exógenos en unidades precursoras de los componentes
macromoleculares de la célula bacteriana.
· Y la tercer función es formar y degradar moléculas necesarias para cumplir funciones celulares específicas, por ejemplo: movilidad y captación de nutrientes.
El metabolismo se produce por secuencias de reacciones catalizadas
enzimáticamente y se divide en anabolismo y catabolismo. El proceso por el cual
la célula bacteriana sintetiza sus propios componentes se conoce como anabolismo
y resulta en la producción de nuevo material celular; también se denomina
biosíntesis. La biosíntesis es un proceso que requiere energía, por lo tanto las
bacterias deben ser capaces de obtenerla de su entorno para crecer y,
eventualmente, multiplicarse. El conjunto de reacciones degradativas de los
nutrientes para obtener energía o para convertirlos en unidades precursoras de
la biosíntesis, se conoce como catabolismo. Así, hemos visto dos tipos de
transformaciones químicas que ocurren simultáneamente en la bacteria, por lo
tanto el metabolismo es el resultado colectivo de ambas reacciones. Las
catabólicas resultan en la liberación de la energía química contenida en los
nutrientes, mientras que las anabólicas la consumen. Por lo tanto, la energía
liberada como resultado de las reacciones de oxidación reducción del
catabolismo, debe ser almacenada y transportada de alguna manera. Una de ellas
es como compuestos con uniones fosfato de alta energía; dichos compuestos luego
se usan como intermediarios en la conversión de la energía conservada en trabajo
útil. El compuesto fosfato de alta energía más importante en los seres vivos es
el trifosfato de adenosina (ATP). Éste se genera en la célula bacteriana por dos
procesos diferentes: fosforilación a nivel del substrato y fosforilación
oxidativa.
Bibliografía y Referencias
Forbes BA, Sahm DF, Weissfeld AS. editors. Bailey & Scott´s. Diagnostic Microbiology. 11th. ed. St. Louis,
Missouri. Mosby. 2002.
Joklik WK, Willett HP, Amos DB, Wilgert CM. editores, Zinsser Microbiología. 20ª ed. BsAs. Panamericana;
1994
http://www.higiene.edu.uy/cefa/2008/FisiologiayMetabolismoBacteriano.pdf